lunes, 25 de mayo de 2009

MoviStar: ¡deja de llamarme!

Si, deja de joderme, de llamarme, en cualquier horario del día, cuando estoy trabajando u ocupada. O sea, todo el día, creo que no hay muchos momentos en los que este haciendo nada. O mirando la televisión. Pero porque no puedo quedarme quieta, las hormigas no me dejan che. Bueno, como les estaba contando, en los últimos quince días me llamaron cuatro veces. ¡Cuatro veces!!! Distintos telemarketers, dos hombres, dos señoritas. Uno de los muchachos tenia una tonada mexicana, no sé si sería algún mexicano nativo o algún argentino que con tonada extranjera trata de convencer a la gente con su lindo acento de voz.
Me llamaron, me molestaron cuatro veces, mientras estaba trabajando, lo cual ante mi excusa y razón de estar trabajando para colgarles rápidamente, seguían su monólogo sin respeto alguno. Basta. No soy para nada amiga de la tecnología, apenas si me llevo con Internet, lo único útil para mi persona. Lo demás no me gusta, por eso no me entra en mi dura cabecilla. Lo mas tecnológico en celular que tuve fue un Motorola V no se cuánto, con tapita ¡Wow!. Una mierda. Así de sencillo, se le terminó rompiendo la pantalla de tanto abrir y cerrar brutalmente el aparatito. Lo llevé a arreglar y la verdad valía la pena comprarse uno nuevo con lo que costaba el arreglo. Así que agarré el Nokia 1100 (sí, ese) que tenia mi mamá y le puse mi chip ya que ella no lo usaba. Ahora también tenemos en casa Nextel (wow) pero solo uso la radio, y el despertador. Desde entonces uso el Nokia feliz y falconero y es de lo más práctico, si únicamente uso los mensajes, las llamadas y el despertador ¡Qué más quiero! Esos que son una computadora andante ¡para qué! Tanta cosa rara, el mp3 (que por cierto me compré uno y me sentía una chica de mundo, eso lo dejo para la sección marimba y la tecnología, pero sigamos con la tecnología celular).
No tengo abono (palabra que siempre me recuerda al desecho de los caballos alimentando la tierra) y cuatro veces les dije no, que gracias a los telemarketers. Primero me revienta que traten de engatuzarme diciendo que gané tanto crédito por mis cargas mensuales (unos 70 pesos, no mucho), y que me llegará en una boleta (o sea, me quieren meter a toda costa el pago mensual obligatorio). Pero, ¿después me va a venir una boleta todos los meses? Si, un abono mensual de 65 pesos. No gracias, ya estoy bien alimentada, no lo necesito, podría decirles. O bien que ya una vez por mes las mujeres estamos jodidas (entiéndase con su período) como para que encima lidiemos todos los meses con mas y mas pagos.
Les digo que no, que soy un desastre, o no me llegan las boletas porque vivo en las periferias de la ciudad, que no pago a tiempo, que me olvido. No gracias, me arreglo bien con las tarjetas. Pero tenés numeritos free, quinientos sms gratis bla bla bla…¡no! Gracias. Y se cansan. Chau.
Al chico de tonada mexicana le di mis razones y se echo a reír, fue muy cómico, no podía seguir con su monólogo, y cuando lo hizo, yo seguía contestándole tentada que no, muchas gracias.
Si me llegan a llamar de nuevo les juro que los puteo de arriba abajo. Pobre el chico que trabaja y no tiene la culpa, tal vez le cuentan los minutos de convencimiento, no sé, pero cuatro veces en quince días es mucho. Ahora ya tengo monólogo propio, y los ataco con eso. ¡Déjenme cargar una tarjeta en paz, cuando me canten las ganas, no quiero ir todos los meses a pagar una boleta! ¡Para qué complicarse la vida! ¡Qué falta de respeto!

1 comentario:

  1. TOTALMENTE DEACUERDO. HOY LES HE DICHO QUE SI ME VUELVEN A LLAMAR LOS DENUNCIO. ES LA 5ª VEZ QUE LO HACEN A DESHORAS, UN VIERNES A LAS 21.30, A LAS HORAS DE COMER, LES HE DICHO POR ACTIVA Y POR PASIVA QUE DEJEN DE LLAMARME, QUE NO ME VOY A CAMBIAR A MOVISTAR, Y MIENTRAS LO DIGO ELLAS SIGUEN HABLANDO, COMO SI NADA... LES CUELGO, Y ASI, PERO VOY A INFORMARME PORQUE COMO SE PUEDA, LOS DENUNCIO.

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